Luego de los enfrentamientos de los trabajadores de Higiene Urbana y la Municipalidad de Capital, el funcionario Alberto Natella decidió denunciar al gremialista Walter Arévalo debido a que arengó a los miembros del SOEM a acampar por 72 horas frente a su domicilo. Posteriormente fue imputado por los delitos de amenazas simples en calidad de autor y coacción agravada en concurso real en calidad de autor.
Con respecto al cruce de Natella con el sindicalista, el funcionario aseveró que “este señor (Arévalo) se dedicó a pasearse por todos los medios, llamando a conferencia de prensa inclusive para que acampen frente a mi domicilio 72 horas (…) para que yo vuelva atrás en una resolución administrativa que yo tomé en concepto y en virtud del reglamento y el decreto”.
Con respecto a esta denuncia, la defensa de Arévalo aseguraría que es falsa ya indican que el único perjudicado en la situación el titular del SOEM y presentarán una denuncia por abuso de privacidad, privación ilegitima de la libertad e incumplimiento de los deberes funcionarios públicos. Según el fiscal, Natella “no visualizó el mensaje gremial para ver que no había ningún tipo de amenazas”.
En contraposición, el secretario del municipio se defendió diciendo que “yo denuncié personalmente al señor Arévalo por amenaza simple y por coacción agravada. Se constituye y consume cuando él llama a conferencia de prensa a manifestarse frente a mi domicilio, para que vuelva sobre mis pasos sobre una resolución administrativa (…) proponiendo cualquier tipo de amenazas e insultos”. “Yo no desconozco reclamos legítimos trabajadores. Si me pregunto cuál es el límite” añadió.
Con respecto a la denuncia, Natella afirma que hubo se ha “mezclado” los temas personales con reclamos gremiales: “el problema con Arévalo es que ha mezclado todo. Nadie ha desconocido el derecho a manifestarse, el derecho constitucional de hacer reclamos genuinos. Estamos en un proceso que va por dos carriles distintos, yo estoy actuando a título personal, que es proteger integridad física de mi familia”. “No tiene nada que ver con la conciliación obligatoria, el reclamo salarial. Las formas y consumación de este delito que denuncio que es coacción agravada no tiene nada que ver con el reclamo legítimo de los trabajadores” concluyó el funcionario.