El pasado sábado Cristina Fernández Kirchner aseveró que la situación alimentaria de la Argentina se encuentra igual que la crisis en Venezuela, donde un cuarto de la población está en «necesidad de urgente ayuda humanitaria», según señala un reciente informe de la ONU. «Sorry, pero hoy con la comida estamos igual que Venezuela», dijo la precandidata a vicepresidenta por el Frente de Todos desde Mendoza.
Asimismo también aclaró «No lo digo yo, lo dice la FAO, que en 2014 había sacado aquel informe que Argentina había llegado entre los países de hambre cero. Ahora nos marca a Guatemala, Venezuela y Argentina. ¿Se acuerdan que si nosotros seguimos nos íbamos a parecer a Venezuela?» arrojó Cristina durante la presentación de su libro Sinceramente, en la localidad de mendocina de San Martín. En dónde también aprovechó para respaldar la postulación de su colega en la Cámara alta, Anabel Fernández Sagasti, a la gobernación de la provincia.
Durante el desarrollo del acto, igualmente criticó el aumento de precios y volvió a mencionar la polémica por las segundas marcas. «Que la gente no pueda comer en la Argentina es maltrato. No estamos en África o en algún páramo del desierto donde no hay nadie. Somos un país que producimos alimentos para 400 mil millones de personas», aseguró la senadora.
Entre otros de los señalamientos, la exmandataria agregó que si «esta política sigue cuatro años más, no van a quedar ni pasas de uva». «Estos son capitalistas para ellos, al resto nos quieren proletarios. Le queremos decir -a Mauricio Macri– que en la Argentina no queremos ser proletarios. Queremos ser profesionales, propietarios y tener movilidad social ascendente. Tener esa Argentina donde podamos soñar. No pedimos demasiado»
Para enfatizar lo que parecía más que una presentación de libro, una campaña política fuertemente directa, Kirchner tuvo como objetivo cuestionar la economía del Gobierno, aunque al hacer esta comparación, aceptó pues, la crisis económica que atraviesa la República Bolivariana de Venezuela, actualmente conducida por Nicolás Maduro Moros, presidente apoyado por su presidencia y condecorado en tiempos donde fue señalado de dictador y violador de los derechos humanos.