Respecto a la economía nacional, es de conocimiento público su problema para estabilizarse. Confirmado por los funcionarios del Ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires, Pablo López, la economía bonaerense se encuentra en una situación delicada, se considera que transita una situación de Máxima Alerta. El derrumbe económico disparó el desempleo, la situación de pandemia mundial ha aumentado el gasto público, y como consecuencia una situación vulnerable de la economía.
Todos alertados por el contexto que el país- particularmente el territorio bonaerense- están atravesando, no se comprende el accionar de Axel Kicillof; resulta llamativo que, sin embargo, el gobernador continúe dando rienda suelta a la billetera bonaerense. En efecto, con la firma de su contador General, Carlos Baleztena, y del director general de Contrataciones Mariano Navia, la provincia se lanzará al gasto de más de 50 millones de pesos en aires acondicionados.
Acorde al proceso de compra 58-0092-LPU20, la Contaduría General saldrá a comprar 510 equipos de aire acondicionado, distribuidos en cien de 3 mil frigorías, cien de 4.500, cien de 6 mil, cien de 9 mil, cien tipo cassete y diez tipo Split. Algunos de estos equipos superan los 100 mil pesos de costo unitario. En total se estima un gasto aproximado de 52 millones de pesos sólo en la compra de los equipos. Además, Kicillof deberá pagar la instalación y el mantenimiento de los 510 aires acondicionados.
Argentina no se encuentra en posición económica para soportar tal envergadura, días atrás, venció la quinta extensión del plazo de renegociación de la deuda que mantiene por 7.150 millones de dólares, muy por encima de la capacidad de pago bonaerense. Lo mas reciente, el gobernador se mostró a favor, destacando como “valiente” la decisión del presidente Alberto Fernández de declarar servicio público a la telefonía móvil, internet y TV paga.
Finalmente, consideró “más que oportuna la suspensión de cualquier aumento de precios hasta el 31 de diciembre de 2020”. “En Argentina, la luz, el gas, el agua y la telefonía fija son considerados servicios públicos esenciales desde hace mucho tiempo. ¿Quién puede dudar de que hoy el acceso a internet y la telefonía celular también lo son? Solo quienes defienden intereses de los grupos concentrados”