La pandemia por covid-19 trajo muchos aspectos negativos al mundo: Desempleo, muertes, crisis económicas y sanitarias. Sin embargo, una de los aspectos que nadie tiene en cuenta es el pánico y la desinformación originadas por las noticias falsas, también llamadas fake news. Las redes sociales son el principal foco donde estas noticias cobran relevancia, y también donde las personas sacan a relucir su lado más miserable.
Luego de que Catamarca registrara sus primeros casos positivos de covid-19, empezó a generarse una histeria generalizada similar a la de una “cacería de brujas”. El objetivo era saber y difundir antes que nadie quiénes eran los pacientes infectados, dónde y con quiénes vivían y hasta de qué trabajaban. Hubo casos en los que la gente filmaba las viviendas de estos pacientes y lo difundía mediante redes sociales acompañados de varios insultos.
Como si se tratara de un linchamiento, pero virtual. Eso sin olvidar el caso de la falsificación de un informe del COE. Afortunadamente, la Justicia ha tomado cartas en el asunto y en el día de mañana tomará estado parlamentario el proyecto de la Diputada por el Frente de Todos, Mónica Zalazar. El mismo prevé modificar algunas cuestiones relacionadas con estas noticias falsas.
Este proyecto complementa lo que dice el Art. 211 del Código Penal ya que habla de tratar directamente como una falta severa a toda la divulgación de noticias falsas por medio de las redes sociales o medios públicos. También contempla al hostigamiento, que en ocasiones que se le hace al personal de salud y a los pacientes infectados.
“Todo eso debe estar penalizado y por eso solicitamos la modificación del Código de Faltas. El cual arranca con que la sanción va a empezar con, por lo menos, 10 días de arresto a las personas que infrinjan esta ley”, explicó la Diputada. Ya que si bien en todos los organismos del Estado y medios de comunicación aconsejan compartir sólo información oficial, “hay personas que hacen lo que quieren y para eso estará esta ley”, sentenció Zalazar.
Lo tomaron mal
Muchas personas se manifestaron en contra de este proyecto por redes sociales y diferentes medios de comunicación ¿El motivo? Consideran que el proyecto atenta contra su libertad de expresión de difundir lo que ellos quieran. Es importante destacar que actitudes como éstas no sólo vulneran los derechos de pacientes infectados y personal de salud, sino que también generan un fuerte estigma y discriminación. Con lo cual es importante recordar que nuestros derechos terminan donde empiezan los del otro.