Ayer, El Aconquija contaba sobre la situación que viven varias familias del barrio Alem de la Capital catamarqueña. Después de décadas de habitar los terrenos ubicados en calle Avellaneda y Tula, donde pudieron construir sus casas, estas familias viven momentos de incertidumbre frente a un inminente desalojo. Las mismas vivían en unos terrenos que quedaban atrás de los depósitos de Quilmes.
Estos terrenos se encontraban con orden juidicial desde hace varios años a través de una conocida multimillonaria de Catamarca. Hablamos de la dueña de todas las farmacias Minerva, de ECA y de muchos otros negocios más. A pesar de que los vecinos pusieron abogados, aseguraron que los abandonaron y no hicieron lo necesario para revertir el desalojo de sus viviendas.
El viernes pasado echaron a una familia que habitó allí durante 40 años y las respuestas que tuvieron no fueron favorables. Las mismas reclaman un tiempo más para no quedar literalmente en la calle, intentando buscar refugio en las leyes. Rolando Crook es el abogado que realiza las gestiones con la apoderada del propietario de los terrenos, de apellido Frías.
El abogado solicita una extensión, pero hasta ahora no tuvo éxito. Por otra parte, anoche, la familia Farías se aprestaba a reunirse con Crook para buscar la manera de evitar el desalojo de su domicilio. A pesar de esto el primer desalojo se concretó el viernes, cuando Nelly Ester Martínez y su familia tuvieron que retirarse del lugar. Ahora, son más los vecinos del barrio Alem que sufren la misma situación, se suman las familias Frías Sosa y Solohaga.
Carolina Solohaga, una de las desalojadas, expresó: “Esos terrenos eran fiscales cuando mis viejos llegaron. Hace 18 años, los vecinos decidimos hacer un juicio para que nos reconozcan la titularidad. Presentamos boletas pagadas desde 1996. Esos papeles mágicamente desaparecieron”. La información oficial comunica que el desalojo fue ordenado por la jueza de Primera Instancia en lo Civil de 4ta Nominación, Silvia Mónica Millán.