Las denuncias contra el oficialismo o personas vinculadas con el Gobierno de turno directamente no prosperan, se cajonean o quedan en la nada con altos costos para los denunciantes que ya demasiado tienen con exponer la corrupción. Por caso, la directora de la Escuela de Orfebrería, Mabel Videla, esposa del diputado Augusto Barros, fue denunciada por la desaparición y venta de piezas de exhibición, faltante de herramientas e insumos, acaso laboral a docentes y actos abusivos contra los alumnos pero ser militante es más rentable que ser honesto. Cambalache.
Así consta en la presentación formal de los docentes elevada al Ministerio de Ciencia y Tecnología. La denuncia llevó a una encarnizada persecución posterior por parte de la directora Videla a los denunciantes que cometieron el error de exigir transparencia a la cuestionada funcionaria esposa del legislador. La ausencia de organismos de control que actúen y se hagan cargo de las irregularidades dejó al personal totalmente desamparado.
Las sospechas de los vecinos es que Mabel goza de impunidad por ser militante peronista y la mujer del diputado Augusto Barros. Además de las piezas de exhibición, desaparecieron herramientas e insumos. Un docente expuso que a la Directora se le perdieron piezas importantes de valor artístico y material, lo curioso es que ella no denuncia y se ofusca si alguien quiere denunciar este faltante porque asegura que “no es propiedad privada del personal”.
Semejante afirmación debería despertar a algún fiscal pero los funcionarios judiciales están preocupados por conseguir un Punto Índice para la familia, caso por ejemplo del DJ que es ñoqui y vive en Córdoba, hijastro del ex juez Juan Pablo Morales denunciado por coima. En cuanto a Educación, al tanto de todo estaba el Director de Nivel, Daniel Ahumada Acevedo. El punto es que las piezas no están y la directora y mujer del diputado tiene una asociación que vende piezas.
Un delito lleva a otro pero incluso una cadena de delitos no asegura que un funcionario devuelva lo robado o que vaya preso. La independencia de Poderes es un discurso vago que contrasta con una presumida reforma que solo garantizará mayor impunidad al oficialismo. En definitiva, en la Escuela de Orfebrería no se aclaró nada, se tapó todo y el hostigamiento institucional se derramó sin piedad contra los docentes que exigían transparencia, el mundo al revés en Catamarca.
Por Juan Carlos Andrada
Especial para El Aconquija