El país entero empieza a entender mejor las situaciones de violencia de género. Habiendo aprobado la Ley Micaela, se espera que el accionar de los agentes de justicia sea cada vez más rápido y eficaz. Al menos así ocurrió en este reciente caso, donde las amenazas no llegaron a fatalidades. La policía detuvo a un hombre por amenazar de muerte a su ex pareja.
El detenido, de 35 años, tenía arresto domiciliario desde diciembre del año pasado. Había sido denunciado por su ex por amenazas agravadas por el uso de armas. Desde su casa amenazaba continuamente y a través de distintos números a su ex novia. Además intentó escaparse numerosas veces, alterando la pulsera electrónica, la cual dañó dos veces y hubo que reemplazar.
Su conducta reiterativa, de intentos de escape y continuas amenazas, generó que se revean los informes del 911. Se analizaron todas las faltas que cometió y se ordenó la detención del hombre. En este proceso tuvo gran incumbencia la intervención de la Fiscalía de Instrucción Especializada en Violencia Familiar y de Género de la II° Nominación.
El potencial asesino fue finalmente detenido el miércoles de esta semana, en su domicilio ubicado en Manuel Estrada al 3.800. Luis Perdigón, jefe de la División Violencia de Género de la Policía, informó que se secuestraron los teléfonos celulares que usaba para contactarse con la denunciante, y los mismos servirán de prueba para su encarcelamiento.
Debido a las medidas de aislamiento, el hombre realizó su declaración mediante videollamada ante la justicia. Mientras espera una resolución de la justicia, permanece alojado en una dependencia policial, informó el Gobierno de Tucumán. De momento, la mujer que denunció puede descansar con un poco más de tranquilidad.
