La sociedad catamarqueña se encuentra sumida en un profundo debate que, como en toda situación crítica, se asumió como “extremos”. Con el logro de ser la única provincia que no tiene casos de coronavirus, la discusión nada fácil e ingrata oscila entre cuidarse o cuidarnos (no dejar entrar a nadie) o ser solidarios y generosos (permitir el ingreso de catamarqueños que partieron por trabajo y estudio).
Las redes sociales explotan con discusiones interminables sobre la “actitud” que la comunidad debe tener atento a que no hay casos de CV-19 y que para la mayoría es un milagro de la Virgen del Valle. En un escenario de peligro y necesidad, las conductas cambian radicalmente. El “Caso Cero” se transformó en una pelea por los salvavidas del Titanic donde sabemos que mucha gente morirá pidiendo ayuda.
Están ciber-ciudadanos religiosos que sostienen que el catamarqueño no puede ser mezquino y egoísta ante tanta misericordia y generosidad divina mientras que por otro lado están los que viven el Caso Cero como un River-Boca o una velada boxística donde el fanatismo no deja fisura a ninguna cosa que no sea sostener el título cueste lo que cueste. Como sea, entramos en pánico ante cualquier tonada porteña o cordobesa y los queremos echar a pedradas.
Abandonados en la ruta
Ayer contamos la historia de una familia tirada en el campo entre Córdoba y Catamarca. Se quedaban sin agua y sin comida. Refugiados bajo un árbol. Se fueron a la cosecha de soja y quedaron varados con el camión en medio de la nada, sin poder volver a casa, agotados, angustiados. Para peor ya nadie se quiere parar en la ruta. La mujer casi en un estado de shock y el hombre desesperado e impotente.
Tal vez el secreto está en los controles pero no tenemos tanta gente y el sistema tiene filtraciones. Igual la gente en la ciudad y los pueblos del interior de Catamarca viola de muchas formas la cuarentena y el distanciamiento, al parecer está en nuestros genes. Hoy anduvo dando vuelta un meme que llamó mucho la atención: “le pidieron guardar cuarentena a un país que no respeta ni el ayuno para los exámenes de laboratorio”.