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Yito Bracamonte vive a la intemperie.
Yito Bracamonte vive a la intemperie.

Política

Vivir en la calle en pandemia: El “trapito” de Diputados lucha por sobrevivir

Yito Bracamonte vive a la intemperie detrás de la Legislatura de Catamarca, al lado de un vehículo abandonado.

El CV-19 no nos dejar ver estas historias porque la recomendación era “quedarse en casa” y ahora “mantener la distancia” pero al Loco “Yito” Bracamonte la pandemia lo agarró en la calle. Vive a la intemperie detrás de la Legislatura provincial de Catamarca, al lado de un vehículo abandonado. Arrastra una historia muy triste pero es un jubilado que antes del CV-19 hacía de “trapito”. Los diputados y senadores le tiraban $50 por lavar los vehículos particulares.

Sucedió que un día “Yito” no pudo pagar más el alquiler y sin darse cuenta el único lugar que le quedaba era la calle. Luego llegó la pandemia y la cosa empeoró. Ya no contaría con las monedas que hacía para comer fruto de limpiarles el auto a los legisladores por el que cobraba la módica suma de 50 pesos. Se cansó de pedirles una mano a los diputados y senadores para salir de la situación de calle pero el hombre sigue ahí. Ahora, hoy, con este frío.

En todos lados te exigen barbijo y te piden que te laves las manos a cada rato pero qué se le puede pedir a un tipo tirado sin recursos que vende la ropa que le dan para poder comer algo y sin saber si sobrevivirá hasta el día siguiente por temor a morir de hipotermia esa noche. Parece que los diputados y senadores no saben que un hombre sobrevive en la zona de estacionamiento ni tampoco salta el tema como de casualidad mientras toman un cafecito calentito en la Legislatura.

El Mundo paralelo de los políticos

Los políticos viven en otro mundo. Los sueldos exorbitantes no los deja ver la realidad, palparla. La pobreza y el sacrificio son versiones de un discurso que ya nadie cree porque le falta vivencia, compromiso. La calidad institucional se ve afectada por legisladores y funcionarios que no se privan de nada. Sin vergüenza, descaradamente no tienen drama en publicar el asado de cada domingo en sus cuentas de Facebook mientras hay gente que la está pasando muy mal.

Volviendo a Yito, algunos empleados de la Cámara le dan un poco de plata ante el pedido desesperado por colchas para taparse. El tira un colchón viejo sobre cartón y se tapa con diarios porque dice que así pasa menos el frío. El hombre ya venía golpeado por la vida y la pandemia lo está rematando. El CV-19 cercó al ser humano, o te mata con el virus, o te maltrata económicamente, el punto es cuánto se puede resistir. ¡Fuerza Yito!