Hace unos días atrás, Brasil extraditó a Paraguay a Assad Ahmad Barakat, un libanés acusado de financiar a una organización libanesa en la triple frontera llamada Hezbollah. Ésta es una organización terrorista musulmana chiita que también tiene un brazo político en Oriente Medio. En ella, Barakat se hacía del poder aprovechando a blanquear capitales. Además, 2 de sus hermanos se encuentran en Catamarca presos.
No es la primera vez que la Triple Frontera tiene conexiones con Hezbollah. De hecho, la justicia argentina considera que estuvo detrás de los atentados contra la Embajada israelí y la AMIA en Buenos Aires, el cual fue operado desde Paraguay. Por lo cual, a 26 años del ataque, la responsabilidad que tuvieron Hezbollah e Irán, sigue siendo un hecho geopolítico de muchísima importancia no sólo a nivel nacional, sino también en el mundo.
Según informes de inteligencia estadounidenses, el libanés está vinculado al “Clan Barakat”,integrado por libaneses sospechosos de financiar al Hezbollah. Además lideran una organización criminal de lavado de dinero desde Ciudad del Este, en Paraguay. En este sentido, la extradición del empresario puso en alerta roja a la justicia catamarqueña porque justamente condenaron a dos familiares del libanés, quienes sospechan que forman parte del famoso clan.
A los hermanos de Barakat se les impuso una pena de 12 años en la provincia, ya que fueron condenados como partícipes necesarios en el delito de “fabricación de estupefacientes en concurso real con el delito de almacenamiento de materias primas para la fabricación de estupefacientes” en la localidad de Salvador Maza, en este último caso como coautores. Los fiscales afirman que ambos no eran comerciantes, sino que financiaban al Hezbollah aportando sustancias y dinero.
Esta nueva información se genera en torno al debate público que se produce en la provincia por la reforma judicial local que sancionó la disolución del Consejo de la Magistratura y la ampliación de la Corte Suprema provincial. En relación con esto muchos catamarqueños, sobre todo opositores, manifestaron la incertidumbre que les genera el futuro de los hermanos libaneses, debido a la gran red internacional de la cual provienen: ¿La reforma judicial facilitará el accionar de estas bandas criminales? ¿Qué va a pasar, de ahora en más, con las condenas en la provincia? ¿Realmente se hará justicia?
