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Talleres Ferroviarios de Tafí Viejo, aniversario 110.

Tucumán

Los Talleres Ferroviarios de Tafí Viejo cumplen su aniversario 110

Reviven las esperanzas de Tafí Viejo con la historia del ferrocarril.

Los Talleres Ferroviarios de Tafí Viejo son parte de la historia de la provincia y del país. Los talleres cumplen hoy 110 años de su fundación. Estas nuevas propiedades del Estado se encontraban entre los talleres ferroviarios más grandes de Latinoamérica y se instalaron a 30 km de la capital tucumana. Recorremos los talleres en los recuerdos de Miguel Herrera, un exferroviario, quien remarca que a partir del 59 comenzó una lucha que hasta hoy sigue vigente.

La instalación del ferrocarril en la Argentina surgió mediante la inversión de capital de Gran Bretaña y Francia, lo que posibilitó un fuerte crecimiento en la economía. Luego de la Segunda Guerra Mundial y debido a una deuda que la corona británica tenía con el país, las líneas de ferrocarriles se volvieron parte del Estado Argentino. Resultó en aquel momento un diamante en bruto que abriría nuevas fuentes de trabajo y desde entonces, las inversiones aumentaron en el sector.

Los años de esplendor marcaron y forjaron el desarrollo de la Capital del Limón. Se convirtió en una ciudad industrial, la más próspera del país. A partir del golpe del 55, el ferrocarril comenzó a sufrir las consecuencias de un gobierno que privilegiaba a algunos sectores. Durante 1959, con la presidencia Arturo Frondizi y su Ministro de Economía Álvaro Alzogaray, se implementó el denominado Plan Larkin que pretendía promover el desarrollo automotor basándose en el crecimiento del negocio petrolero.

El Estado comenzó a disminuir el transporte en ferrocarril para aumentar el de camiones y ómnibus. En el año 1961, el país se paralizó en una huelga de 42 días, que se levantó con la oferta de un retiro voluntario de los trabajadores. En Tafí Viejo, más de mil personas dejaron sus lugares de trabajo por jubilación o indemnización. Lo curioso de esta medida fue que el Gobierno no incorporó nuevos trabajadores y al disminuir la cantidad de obreros, disminuyó la cantidad de producción.

El gobierno de facto

Luego de los golpes de Estado de 62 y 66, las políticas de achique siguieron aumentando hasta 1974. El gobierno de Perón tomó la iniciativa de reinvertir en el ferrocarril, por lo que mil personas ingresaron a la planta industrial de Tafí Viejo. El golpe del 76 significó para el taller leyes de prescindibilidad laboral. El resultado fue la muerte de 17 empleados. En 1980 los talleres fueron cerrados en el marco del denominado Proceso de Reorganización Nacional.

El retorno de la democracia

Los talleres taficeños vuelven a abrir sus puertas con tan solo 500 obreros y con las estructuras desmanteladas. Aunque la actividad se mantenía en déficit, en 1989 con el gobierno de Carlos Menen, sancionan la “Reforma del Estado” y la “Emergencia económica”, que preveía la privatización del ferrocarril. En 1994, el gobernador Antonio Domingo Bussi instaló en el lugar una cooperativa. En 1996, Menen ordenó nuevamente el cierre de los talleres.

Las políticas neoliberales golpearon las esperanzas de los trabajadores y sus familias. El gigante de Tafí Viejo siguió en silencio hasta el 2003 cuando el presidente Néstor Kirchner anunció una nueva reapertura. En 2008, la decisión fue ratificada por la presidenta Cristina Fernández. Ahora, los talleres volvieron a formar parte del Estado Argentino, esto hace revivir las esperanzas del pueblo de Tafí Viejo y de la producción que caracteriza a toda la provincia.