La alimentación balanceada es un pilar imprescindible para poder tener una vida saludable. Es fundamental aumentar el ejercicio y cuidar la alimentación. Por eso, en esta nota te contaremos el secreto de los nutricionistas para convertir cualquier plato en una cena “quemagrasas” para perder peso. No es necesario hacer magias para poder tener un cuerpo que te haga sentir bien con vos mismo.
¿Qué son los alimentos quemagrasas? Son aquellos que te permiten perder peso porque no suman calorías innecesarias a tu dieta. Son productos que te permiten desarrollar tu actividad diaria porque te dan energía pero no te suman kilos de más. Por eso es importante plantearse la necesidad de preparar cenas ligeras y que te permitan quemar grasas. La fórmula es sencilla para seguir como rutina diaria: 80/20 más fruta y agua todo ello saboreado a un ahora temprana. Vayamos paso por paso.
Para una alimentación variada, saludable y que permita adelgazar, es imprescindible que en tu plato dominen las frutas y verduras. Más aún, al momento de la cena para que no te acuestes con cierta “pesadez”. En definitiva, la fruta y verdura tienen que ocupar el 80 por ciento de tu plato. El otro 20 lo podés reservar para la carne o el pescado. De todos modos, es recomendable que siempre optes por el segundo.
Por supuesto, no podemos dejar de lado en esta fórmula “quemagrasa” el postre. Es más que importante cuidar lo que comes después del plato principal. Por eso los nutricionistas insisten en que debes aprovechar para incluir mucha fruta. Así, sustituyendo los postres ultraprocesados por fruta, además conseguirás ahorrar dinero y mejorar tu alimentación. Además, tenés que fijarte en las bebidas que consumes. La única apropiada para quemar grasas es el agua. Ni las gaseosas, ni muchísimo menos el alcohol.
Finalmente, es sumamente relevante la hora de cenar. Los expertos en nutrición aseguran que es importante cenar a una hora temprana. Una vez que cenas se supone que ya no vas a gastar muchas más calorías por lo que lo más recomendable es cenar un rato antes de irte a la cama. Esto ayudará también a tener más apetito al día siguiente, así podrás aprovechar el desayuno, que es otra comida fundamental en el día.