A veces no se sabe si es mejor aclarar o guardar silencio, en política esa decisión puede hacer la gran diferencia. Ayer El Aconquija mostró una máquina de la municipalidad de Valle Viejo haciendo una pileta en una propiedad que sería del diputado Augusto Barros. Esta mañana Obras Públicas “aclaró” que un sujeto de apellido Barros pagó por el servicio de la maquinaria municipal. Ahora la intendenta Susana Zenteno alquila maquinaria y los chacareros no sabían. Otro delito en un contexto de total impunidad. El municipio no puede alquilar máquinas.
La aclaración de Obras Públicas de la comuna chacarera evitó dar mayores precisiones justamente porque es complicado explicarlo. Hasta se evaluó que lo mejor era no decir nada, guardar silencio. Sin embargo hoy, en la vorágine de un día difícil, no pudieron evadir la pregunta, el video con la retroexcavadora en la casa del legislador peronista ganó la agenda pública ayer. Pero no se les ocurrió decir otra cosa que un fulano de apellido Barros pagó por ese servicio.
La tímida respuesta que no alcanza a aclarar nada se traslada al ámbito de lo permitido o no en relación con las funciones específicas del municipio y la cuestión legal pendiente. Quién autorizó que se le alquile la máquina al legislador que al parecer siendo abogado tampoco conoce que eso no se puede hacer. Cuánto pagó por la cantidad de horas que estuvo en su domicilio trabajando en la construcción de una pileta full time. Esto para que el diputado pueda veranear.
El peronismo tiene de qué renegar. Con un diputado con la familia nombrada en distintos curros del Estado, aprovechando cualquier organismo, aparato y todo lo que esté a su alcance para su bienestar personal. Y una intendenta que llegó prometiendo paz y amor, pero oscila entre cesantear y alquilar ilegalmente la maquinaria del municipio. El Partido tiene de qué avergonzarse. Tendrán que recalcular, Zenteno puede correr la misma suerte que la exintendenta Natalia Soria.
La impunidad de los políticos, entre ellos Barros
Una elección se gana por los aciertos propios y por los errores del adversario. Los errores de los adversarios son claves para imponerse en una puja electoral porque muchas veces solo con los aciertos no alcanzan. Tanto Barros como Zenteno se equivocan al proceder impunemente creyendo que la comunidad come de su mano y que el rechazo a la oposición los hará ganar sin hacer lo correcto.
La sociedad le facturará la pandemia y sus las consecuencias a los oficialismos. Encima estos abusos tocan a la gente que ya está sensible y malhumorada porque no alcanza la plata y lo recomendable es quedarse en casa. Si no hay que salir, pero los funcionarios se los ve de joda, si dicen que hay que cuidar los recursos y que tenemos que manejarnos dentro de la ley. Entonces las autoridades deberían explicar por qué todos los días la sociedad corrobora que los funcionarios y legisladores son el contraejemplo de lo que pregonan con tanta gravedad.
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